La mayor parte de la historia de Canarias fue amazigh y su origen era norteafricano, desde la llegada de los primeros pobladores hasta la conquista normanda y castellana.
Desde la conquista, las relaciones con el continente africano, y con algunas de sus islas fue en general regular e intensa entre los siglos XV y XXI. Fruto de ese vínculo que fue económico, demográfico, político y cultural se ha legado un interesantísimo patrimonio relacionado con África. La tricontinentalidad de Canarias ha sido reconocida en su patrimonio europeo, americano e indígena pero casi nunca africano. Pese a ello, todas las islas disponen de estos bienes y suponen una gran riqueza tanto por su diversidad como por su importancia histórica.
Enterramientos de africanos, toponimia relacionada con pobladores de ese continente, representaciones artísticas en iglesias y ermitas, colecciones de máscaras, plantas y árboles emblemáticos localizados en jardines históricos, cerámicas, material lítico, fotografías y materiales diversos procedentes del periodo colonial.
Enterramientos de africanos, toponimia relacionada con pobladores de ese continente, representaciones artísticas en iglesias y ermitas, colecciones de máscaras, plantas y árboles emblemáticos localizados en jardines históricos, cerámicas, material lítico, fotografías y materiales diversos procedentes del periodo colonial. Esculturas recordatorias de naufragios de pateras, de barcos ametrallados en la costa saharaui, obras de arte contemporáneo con temática africana, reproducciones de patronas de Guinea Ecuatorial, murallas, iglesias y puertos construidos con el tráfico esclavo. Caras de africanos en terracota localizadas en los ingenios azucareros donde trabajaron, calles y plazas por donde pasaban los esclavos, cartografía, animales, minerales e incluso meteoritos hallados en África y mostrados en varios museos, cayucos, leyendas, danzas, fiestas, fortalezas que defendieron de ataques corsarios berberiscos, escondites ante los asaltos. Documentación sobre temáticas diversas, cuadros de asaltos navales, obras donadas por afrodescendientes, poblados abandonados por moriscos, grafitis históricos, telas y bordados, recuerdos de la pesca en el continente, etc. La cantidad y variedad de este patrimonio convierten a Canarias en la comunidad más rica del Estado.
En nuestros templos cristianos son comunes las representaciones del Rey Baltasar y sus pajes, de San Benito de Palermo y algunas vírgenes negras como la de Nuestra Señora de Regla, el santo afrodescendiente peruano San Martín de Porres, el pescador negro al que se le aparece Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba. También en ellas podemos observar los Santiago matamoros, los arcángeles venciendo al demonio con semblante africano condenándose en el fuego eterno del infierno. En otros casos son imágenes en torno a la que se agrupaban algunas cofradías protagonizadas por africanos como el Cristo de los Mulatos en la iglesia de El Salvador de Santa Cruz de La Palma. En otros cuadros aparecen sirvientes/as o donantes negros, seres con vestimentas pobres y otros ricamente ataviados. En la iglesia Redonda de las Chumberas, en Las Palmas, se conserva una imagen única en España, la virgen de Bisila, patrona de Bioko y que congrega cada agosto a la comunidad de guineoecutorianos. Son reflejos de nuestra historia, de lo que nos ocurrió con África, y también de nosotros, de nuestra parte africana.
El patrimonio documental relacionado con África
que guardan los archivos canarios es impresionante.
El patrimonio documental relacionado con África que guardan los archivos canarios es impresionante. En ellos localizamos referencias de prácticamente toda África, desde el siglo XVI hasta la actualidad, con temáticas muy variadas como esclavitud, pesquerías, cabalgadas, asaltos corsarios, comercio, intercambios culturales, encuentros, ocupaciones, colonizaciones, vínculos post-independencias, cooperación, etc. Algunas de esta documentación no es común sino que encontramos tesoros históricos de gran importancia que contribuyen a la reconstrucción tanto de la historia canaria como la africana.
Son muchos los topónimos del negro/a, moro/a o incluso con lugares de evocación africana como el poblado de Guinea en El Hierro. Todavía subsiste en algunas partes el antiguo Calleja de las Negras en Santa Cruz de La Palma, por el que las esclavas entraban por detrás a las casas de sus amos en la Calle Real. A principios del XX existieron algunas comunidades de norteafricanos como trabajadores o militares en las islas. De ellas conservamos alguna información en periódicos y documentos e incluso una plaza y escultura como la dedicada al Tabor de Agüimes. Algunos de ellos echaron raíces en las islas, formando sus familias.
Fruto de esta relación se han conservado en colecciones algunos animales disecados, incluidos grandes mamíferos, y algún diente de elefante africano. Lo mismo ocurre con minerales de este origen entre los que se encuentran unos meteoritos hallados en el Sáhara y Mauritania y albergados por el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Santa Cruz de Tenerife. Por otro lado, nuestros jardines históricos, algunos desaparecidos, han sido testigos de esta presencia puesto que contaron algunos desde el siglo XVI con plantas con este origen. En las centurias siguientes continuaron incrementado esta riqueza botánica. Entre los que se conservan destacan el Jardín de Aclimatación de La Orotava desde 1788, el Jardín de la Hijuela, asociado al anterior, el Jardín Botánico Viera y Clavijo, el del Huerto de Las Flores y el Jardín de Cactus.
En La Palma, en Tenerife, en Gran Canaria existen colecciones de cientos de piezas de máscaras e instrumentos africanos fruto del coleccionismo del siglo XX. Algunos cuadros y esculturas de gran calidad contemporáneas de artista africanos están depositados en lugares públicos. Al mismo tiempo los más afamados artistas como Pepe Dámaso, César Manrique, Martín Chirino, Pedro González, Fernando García Ramos están influenciados por el arte africano y también cuentan con obra de esta temática. Las diosas negras, los tótems, los cuadros sobre emigración están presentes en nuestra tierra.
El patrimonio relacionado con los asaltos corsarios procedentes del norte de África es grande porque la mayoría de las fortalezas canarias sufrieron algún ataque con este origen o fueron creadas para evitarlos. A estos unimos los cuadros de exvotos localizados en la iglesia de la Virgen de las Nieves de La Palma, en donde aparece el ataque que en 1704 un navío argelino hizo a otro que procedía de Indias en la costa de Anaga o el tesoro encontrado en la Cueva de los Verdes en Lanzarote como consecuencia de estos ataques. La población del norte de África se asentó en la Etapa Moderna por casi todo el archipiélago pero su influencia fue quizás mayor en Lanzarote o Fuerteventura donde nos encontramos restos de algunos poblados donde tuvieron presencia como Finiquineo en Lanzarote o Los Moriscos en Fuerteventura, en donde se ha conservado cerámica influenciada por ese origen.
Conservamos esculturas públicas que recuerdan el primer naufragio de saharauis a bordo de una patera en la Playa de la Señora, en Fuerteventura, en julio de 1999 u otras más recientes sobre el traslado de emigrantes en el Museo Atlántico de Lanzarote.
Muchas colecciones fotográficas de nuestro archipiélago contienen temática africana. El expansionismo colonial del siglo XIX llevó a cientos de canarios a recalar en el Sáhara, Guinea Ecuatorial y Marruecos y también en otras colonias en donde desarrollaron su vida y tomaron sus fotografías que finalmente llegaron a Canarias. Algunos extranjeros depositaron sus fondos en nuestro territorio y hoy son verdaderas joyas históricas que narran la historia de esos lugares. Podemos encontrar fotografía histórica relacionada con África desde el siglo XIX.
El Museo Militar de Santa Cruz de Tenerife y el Museo Naval de Las Palmas de Gran Canaria conservan abundantes objetos relacionados con la colonización española: trajes, medallas, fotografías, mapas, armas, banderolas, etc. Entre ellas hay que destacar que en Canarias se exponen las últimas banderas españolas izadas en el Sáhara Occidental.
El expansionismo colonial del siglo XIX llevó a cientos de canarios a recalar en el Sáhara, Guinea Ecuatorial y Marruecos y también en otras colonias en donde desarrollaron su vida y tomaron sus fotografías que finalmente llegaron a Canarias.
Nuestros museos acogen también colecciones de cerámicas del Magreb, de material lítico, de cerámica egipcia, de instrumentos musicales del África subsahariana, de máscaras africanas, de terracotas y otras esculturas del continente. La variedad de máscaras y esculturas es significativa y comprende prácticamente las muestras de todos los espacios del continente. Tapices del Sahel y morteros africanos también se encuentran entre las colecciones. El material conservado vinculado a las pesquerías también es magnífico y guarda muchos elementos con los contactos con África.
Más allá del patrimonio material subsiste también el inmaterial a través de músicas y bailes como el del “pámpano roto” o tradiciones como la de los “Diabletes” de Teguise que guardan relación con orígenes africanos y que se ha reflejado, entre otros en una escultura titulada Elegua, uno de los dioses yoruba a la entrada de la villa. Algunas tradiciones de brujería tienen préstamos africanos.
El patrimonio que nos han legado es solo una muestra de lo que debió existir y no se ha conservado. A pesar de ello, la importancia del conservado es excepcional. Su localización, identificación y puesta en valor forma parte de la tarea no solo de comprender la herencia africana en Canarias sino de entender la canariedad.